Bueno, hemos estado un par de entradas hablando de lo buenos que somos, de lo bonitos que nos ha quedado la cartelería -porque nos ha quedado muy bien y aún nos regocijamos de ello- y de que estamos presentes en redes sociales. Pero ha llegado el momento, a diez días vista, de retomar el concepto base: Difusión de las Tecnologías de Impresión 3D.
Y para ello nos vamos a parar a pensar hoy en cómo es la relación entre impresión 3D y arquitectura. Porque los medios de comunicación están llenos de noticias pseudo-científicas de casas fabricadas con estas tecnologías. Y sí, nos muestran con claridad que se puede imprimir tu casa.
Por ejemplo, el pasado 28/04/2014, Telecinco titulaba "Una empresa china construye casas de 200 m2 con una impresora 3D" el siguiente reportaje:
En él aseguran que en el proceso constructivo, los materiales utilizados son "una mezcla de cemento y fibra de cristal que va creando los bloques y que es más ecológica, más sólida y sobre todo, se usa menos cantidad, con lo que resulta mucho más barato".
En nuestra perspectiva, todos estos reportajes se centran en la capacidad industrial de fabricar arquitecturas de bajo coste o rápida finalización, lo que es un interesante e importante avance técnico y tecnologíco, pero que son construcciones que, y en general, muestran un importante descuido estético. Porque, en la mayor parte de los casos, las soluciones ofrecidas no aportan grandes alegrías para los ojos aunque, evidentemente, todo se andará, pero, a día de hoy, ¿la casa del vídeo es la casa de los sueños de alguno de vosotros?
Por otro lado, algo para lo que cuesta mucho más encontrar documentación en este tipo de noticias y publicaciones, es necesario plantearse el grado de cumplimiento de una normativa técnica muy restrictiva para este tipo de edificaciones, que para ser habitables y utilizables por el ser humano, tienen que asegurar unas condiciones mínimas dimensionales, de comodidad, humedad, temperatura, urbanística, etcétera. Suponemos que no serán un problema y, como el valor al soldado, se presuponen cumplidas pero, vaya, las condiciones de instalación son diferentes a lo largo de este mundo y, algo tan eminentemente industrial podría convertirse con facilidad en feísmo en nuestra verde tierra gallega...
Y precisamente un poquito más cerca de nosotros que China, en Holanda, y según publica el diario El Mundo del pasado día 10/04/2014, se está desarrollando una experiencia constructiva con tecnologías de impresión 3D un poco más arquitectónicamente cuidada.
En el artículo "La primera vivienda en impresión 3D toma cuerpo en Holanda", la autora, María Luisa Navarro, explica que en estas construcciones "no se utiliza ni andamios ni moldes como en las construcciones habituales", Como en el caso anterior, el uso materiales respetuosos con el medio ambiente está presente en el proceso, y en este caso trabajan con una mezcla de bio-plástico, mezcla de aceites vegetales y fibras, producto que es usado con frecuencia en diferentes procesos industriales.
Este es un camino de futuro y, claro está, el primer paso para llegar a conocer y aplicar estas tecnologías pasa por asistir a nuestras Jornadas. Y aunque tras la asistencia no seamos ninguno de nosotros capaces de construir nuestra propia casa, sí podremos, al menos, construir nuestras maquetas arquitectónicas con el apoyo de impresoras 3D.
De hecho, en el Taller y la exposición que nos acompañará en Someso toda la Jornada se podrán observar precisamente objetos creados con estas tecnologías e incluso una maqueta de una catedral gótica, lo que demostrará visualmente el apoyo a las técnicas de maquetismo de estas nuevas tecnologías, que permiten pasar del diseño CAD al modelo en cuestión de escaso tiempo y por un coste muy razonable, y así lo explica esta entrada de Arquitexs.com de hace ya algún tiempo pero que hoy está totalmente vigente [¡y evolucionada!].
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| Maqueta de casa realizada con impresora 3D Fuente: www.arquitexs.com |
Ya ves: desde objetos a escala real hasta maquetas explicativas, la impresión 3D estará, muy probablemente, muy presente en el futuro inmediato en todo el proceso de creación arquitectónica.